En
Gardenias en el lago, otro de los consejos que Blake da al señor Gardner para
que su hotel tenga éxito es el de incluir un “fenómeno” entre su personal,
aunque, en este caso, no lo dice en serio.
Y es que los fenómenos (“freaks” o “monstruos”) se pusieron de moda en
la época victoriana. En este concepto se incluye todo lo que era considerado
una rareza humana (personas con todo tipo de anomalías o incluso simplemente personas
de otra raza).
En el siglo XIX, las
deformaciones físicas no eran tanto un obstáculo como un talento. En aquella
época la deformación física se utilizó para sacar provecho de la misma. Muchos
de los artistas o intérpretes que trabajaron en los “Museos de diez
centavos” pudieron conseguir un trabajo con un buen salario, casarse y tener
una vida relativamente feliz.
Los museos de diez centavos
fueron creados siguiendo el modelo del Museo Americano de P. T. Barnum en
Broadway, que presentaba “curiosidades” humanas, así como muchas exposiciones
inusuales y cuestionablemente “científicas”. En muchos aspectos eran como las
barracas de circo, y en ellos destacaban los “Freaks” humanos que mostraban
sus extrañas fisonomías a los visitantes boquiabiertos.
Estas
personas no solo triunfaron en el mundo del circo o expuestos en feria, sino
que incluso se pusieron de moda las retratos fotográficos, que se vendían en
forma de Tarjetas de Gabinete y fueron muy populares, ya que, por su precio,
también podía adquirirla la clase media.
El fotógrafo más destacado en
este oficio fue Charles Eisenmann (Alemania,1855-Nueva York, 1927 ), que
triunfó en la década de los 80 y tenía situado su estudio en el distrito Bowery
de NuevaYork. En esa época en el distrito de Bowery convivían una
mezcla ecléctica de artistas, gente de paso y prostitutas. Charles Eisenmann
empezó a realizar retratos fotogáficos de mostraban a gente que se exhibían en
los famosos “museos de a diez centavos” en la década de 1870.
Al mismo tiempo que
fotografiaba a gente “normal” de forma convencional, Eisenmann
continuó trabajando en su archivo de “Freaks” dura Los “freaks” que acudían al
estudio de Eisenmann tenían sus motivos. Vestidos con uniformes de cuello alto
y vestidos de la época victoriana, Eisenmann, en sus retratos intentaba
mejorar cuidadosamente la “rareza” física de los diferentes
modelos. Sophia Schultz, “La Enana Fat Lady” era una asidua al
estudio de Eisenmann. En algún momento durante la década de 1880, comenzó a
dejarse crecer el vello facial, hecho que fue reforzado con trazos de
lápiz. Fanny Mills había nacido con un bello rostro y unos pies
gigantescos. Fanny llegó al estudio con una dote de 5000 $ en
efectivo y una “granja bien surtida” en Ohio otorgadas por su padre, quien
desesperado, intentaba encontrar algún hombre soltero dispuesto a tomarla como
esposa. Personas con apariencias sorprendentes habían tenido una vida
increíble. Es el caso de Myrtle Corbin “cuatro piernas”, una mujer que
había tenido 2 y 3 hijos de cada una de sus dos vaginas.
En
el libro Monstruos de la Edad de Oro (1979), aparecen muestras de su
trabajo sobre rarezas humanas que trabajaban en el circo Barnum &
Bailey. Un imagen que tuvo gran difusión fue la de Jojo el muchacho con
cara de perro. A pesar de una parte de sus fotografías eran
falsificaciones evidentes (“monstruos” trucados), muchas otras eran realmente
individuos con anomalías, incluyendo el gigante Goshen Ruth, Myrtle
Corbin, la niña de cuatro piernas, las siamesas Millie y Christine...
En fin, que la
diferencia daba de sí económicamente, y que lo en otro momento se ha podido considerar
una maldición, en esta época producía beneficios.
¡Gracias por el artículo! :-) Supongo que entonces los Museos de diez centavos serían muy distintos a los llamados <>, donde por lo que he leído, las condiciones eran pésimas.
ResponderEliminar¡Espero que estés pasando un feliz fin de semana! :-)
Aunque fueran distintos, no dejaban de ser vejatorios. Pero también es cierto que las personas con rarezas no tenían muchas opciones y, claro, colaboraban a ello.
ResponderEliminarPor cierto, yo también espero que tu fin de semana haya sido estupendo ;) El mío, corrigiendo, 'uf!
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